Lente TRIFOCAL FINEVISION Tórico
La FACO Refractiva (o Facofractura Refractiva) es una técnica quirúrgica que combina la cirugía de cataratas (facoemulsificación) con la corrección de defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia) mediante el implante de una lente intraocular (LIO) premium.
Esencialmente, no solo se elimina la catarata, sino que también se reduce o elimina la dependencia de gafas o lentes de contacto.
Se extrae el cristalino opaco (catarata) con ultrasonido.
Se coloca una lente intraocular especial que corrige:
LIO monofocales o tóricas.
LIO tóricas.
LIO multifocales o de rango extendido (EDOF).
Corrección permanente de la graduación (no solo elimina la catarata).
Independencia de gafas en el 80–90% de los casos (con LIO multifocales).
Procedimiento ambulatorio (15–20 minutos por ojo).
Pacientes con cataratas + miopía/hipermetropía/astigmatismo.
Personas >50 años que también quieren corregir presbicia.
Excluye: Enfermedades retinianas graves o córneas muy irregulares.
Más costosa que la facoemulsificación estándar (por el precio de las LIO premium).
Vale la pena si buscas evitar gafas después de la cirugía.
El 70% de los pacientes con LIO multifocales ya no necesitan gafas para leer o conducir (Estudio ASCRS, 2023).
La FACO Refractiva (cirugía de cataratas + corrección de defectos refractivos con lentes intraoculares premium) no tiene una edad mínima fija, pero su aplicación depende de factores clave:
La edad típica es ≥50 años (cuando aparecen cataratas asociadas a la edad).
En casos excepcionales (cataratas congénitas o traumáticas), puede realizarse en adultos jóvenes (20–40 años).
En lugar de FACO Refractiva, se prefiere cirugía refractiva convencional (LASIK/PRK/ICL) en menores de 50 años.
Aporta enfoque dinámico (acomodación).
Si se extrae el cristalino joven, se pierde la capacidad de enfoque cercano.
LASIK, PRK o ICL son más seguras en <50 años.
Niños o jóvenes pueden operarse, pero con LIO especiales.
En algunos casos, se considera FACO Refractiva antes de los 50 años.
El cristalino natural empieza a perder flexibilidad a los 40–45 años (presbicia), por eso la FACO Refractiva es ideal en esa etapa
Lente Intraocular ENVISTA Tórico
La Queratotomía Radial (RK) fue una técnica popular en los años 80-90 para corregir miopía mediante incisiones radiales en la córnea. Hoy, muchos de estos pacientes desarrollan cataratas y requieren implante de LIO, pero el cálculo de la potencia del lente es complejo debido a las alteraciones corneales que dejó la RK.
Las incisiones de la RK generan un aplanamiento central irregular, lo que distorsiona las mediciones de:
Queratometría (K).
Topografía corneal.
Fórmulas tradicionales (SRK/T, Hoffer Q, Holladay) fallan porque asumen una córnea esférica.
La RK cambia la relación entre la curvatura anterior y posterior de la córnea, afectando el cálculo del poder dióptrico.
Muchos pacientes no recuerdan cuántas incisiones se les hicieron o su profundidad, lo que dificulta la planificación.
Haigis-L: No depende tanto de la queratometría.
True-K (Wang-Koch): Ajustada para córneas post-RK.
Fórmula de Barrett True-K: La más precisa actualmente.
Topografía corneal (Pentacam, Galilei) para evaluar irregularidades.
Biometría con OCT (Lenstar, IOLMaster 700) para medir longitud axial con mayor precisión.
Lentes de contacto terapéuticos para simular la corrección refractiva previa.
Ecografía de alta frecuencia si hay opacidades corneales.
El 40% de los pacientes post-RK requieren ajustes postoperatorios (como gafas o lentes de contacto especiales) por errores de cálculo.
Ventaja: Menor distorsión óptica en córneas irregulares.
Desventaja: Necesidad de gafas para cerca o lejos.
Solo si el astigmatismo es regular y medible.
Riesgo: Alineación difícil por irregularidades corneales.
Opción si se busca mayor independencia de gafas.
Precaución: Puede aumentar halos en córneas irregulares.
Alternativa si la córnea es muy irregular pero el cristalino aún es claro.
En general, los LIO multifocales NO son la primera opción para pacientes operados de queratotomía radial (RK), debido a las alteraciones corneales que provoca esta cirugía. Sin embargo, en casos seleccionados y con evaluación exhaustiva, podrían considerarse.
La RK genera aplanamiento corneal irregular, lo que distorsiona la luz al pasar.
Los LIO multifocales dependen de una córnea bien centrada y simétrica para funcionar correctamente.
Riesgo: Visión borrosa, halos, glare (deslumbramientos) y baja calidad visual.
Las fórmulas tradicionales fallan en córneas post-RK (subestiman o sobrestiman la potencia).
Incluso con fórmulas especiales (Barrett True-K, Haigis-L), la predicción es menos precisa.
Los pacientes post-RK ya suelen tener mayor sensibilidad a las distorsiones (por las cicatrices radiales).
Los LIO multifocales pueden agravar estos síntomas, causando insatisfacción.
Aunque no es lo ideal, en situaciones muy controladas, un LIO multifocal podría evaluarse si:
La córnea tiene una topografía relativamente estable (sin irregularidades extremas).
El paciente entiende los riesgos (posibles halos, necesidad de gafas ocasionales).
Se usa una LIO de última generación (ej: trifocal de rango extendido, como la AcrySof IQ PanOptix).
Se realiza un cálculo con fórmulas avanzadas (OCT, topografía corneal y simulación con lentes de contacto).
🔹
Ventaja: Máxima calidad visual para una distancia (lejos o cerca).
Ideal si la córnea es muy irregular.
Corrige el astigmatismo sin introducir distorsiones adicionales.
Ofrece visión intermedia y de lejos con menos halos que los multifocales.
Ejemplo: Tecnis Symfony.
No altera la córnea y es reversible.