Pterigión o Carnosidad
El pterigión (conocido coloquialmente como "carnosidad") es un crecimiento anormal de tejido conjuntival fibrovascular sobre la córnea, generalmente en la zona nasal o temporal del ojo. Es una condición benigna pero puede afectar la visión si progresa.
Exposición crónica a UV (rayos solares): Principal factor de riesgo.
Ojo seco e irritación crónica (polvo, viento, contaminación).
Factores genéticos: Mayor prevalencia en zonas tropicales y en personas de piel clara.
Aspecto triangular o en "ala" que invade la córnea (desde el lado nasal, usualmente).
Enrojecimiento ocular (hiperemia).
Sensación de cuerpo extraño o arenilla.
Visión borrosa (si crece hacia el centro corneal).
Irritación y lagrimeo.
Examen con lámpara de hendidura por un oftalmólogo.
Topografía corneal: Para evaluar si distorsiona la curvatura corneal.
Diferenciación con pingüécula (similar, pero no invade la córnea).
Lubricantes (lágrimas artificiales).
Antiinflamatorios (esteroides tópicos si hay inflamación).
Protección UV (gafas de sol con filtro UV 400).
Se retira el tejido anormal y se cubre el área con injerto conjuntival autólogo (del mismo paciente) o membrana amniótica para reducir la recurrencia.
Uso de mitomicina C (antimetabolito) para evitar recidivas.
Pegamento tisular (fibrina) en lugar de suturas.
Astigmatismo irregular (por tracción corneal).
Opacidad corneal (si invade el eje visual).
Recurrencia postquirúrgica (hasta 30–40% sin injerto).
Usar gafas de sol con protección UV 100%.
Evitar ambientes secos o polvorientos.
Lubricar los ojos si hay exposición prolongada al sol o pantallas.
Aviso de Contenido
Contenido Sensible
NO Recomendado para Niños
Pterigión Antes Cirugía
Pterigión Después Cirugía
La cirugía de pterigión busca eliminar el tejido anormal y prevenir su recurrencia. El método más efectivo actualmente es la escisión con autoinjerto conjuntival, que reduce la tasa de recidiva a menos del 5-10% (vs. 30-50% con técnicas antiguas).
Pasos Quirúrgicos
Evaluación oftalmológica completa: Topografía corneal, agudeza visual.
Antibiótico tópico (ej: moxifloxacino) 24h antes.
Anestesia:
Tópica (gotas de proparacaína) + Subconjuntival (lidocaína 2%).
Sedación opcional
Marcación del área: Se delimita el tejido a remover.
Despegamiento del pterigión:
Se levanta la cabeza del pterigión de la córnea con un bisturí de diamante o hoja de trepanación.
Se diseca el cuerpo del pterigión de la esclerótica subyacente.
Limpieza del lecho escleral:
Se elimina todo tejido fibrovascular residual para evitar recidivas.
Opción 1: Autoinjerto Conjuntival (Gold Standard)
Se toma un injerto de conjuntiva sana (generalmente del mismo ojo, zona superior).
Se fija al lecho escleral con:
Suturas absorbibles (8-0 vicryl) o
Pegamento de fibrina (menor inflamación postoperatoria).
Opción 2: Membrana Amniótica (Alternativa si no hay suficiente conjuntiva sana)
Se coloca una membrana amniótica criopreservada como cubierta biológica.
Se usa mitomicina C 0.02% (en esponja) por 2-3 minutos sobre el lecho escleral para reducir proliferación fibroblástica (solo en casos agresivos o recidivantes).
Técnica "SLIT" (Sutureless and Glue-free Limbal Conjunctival Autograft):
Injerto conjuntival sin suturas ni pegamento, usando presión natural.
Uso de láser de argón: Para coagular vasos sanguíneos anormales.
Antibiótico + corticoide tópico (4 semanas).
Lubricantes (lágrimas artificiales sin conservantes).
Control a las 24h, 1 semana y 1 mes.
Protege la zona operada y restaura la barrera anatómica.
Contiene células limbares que inhiben el recrecimiento fibrovascular.
Menor inflamación vs. técnicas antiguas (como la resección simple).
Cicatriz de Pterigión o Carnosidad después de Cirugía
El pterigión tiene una tendencia natural a reaparecer, especialmente si no se realiza una técnica quirúrgica adecuada o si el paciente mantiene exposición a factores de riesgo. Un seguimiento estructurado es clave para detectar y manejar recurrencias tempranas.
Técnica quirúrgica inadecuada:
Resección simple (sin autoinjerto) → 30-50% de recurrencia.
Uso de mitomicina C o injerto conjuntival reduce el riesgo a <10%.
Exposición continua a UV/sol sin protección.
Ojo seco no controlado.
Inflamación postoperatoria mal manejada.
Factores genéticos (mayor incidencia en pacientes jóvenes y hombres).
1. Primera Semana (Control Temprano)
Visita a las 24-48 horas:
Evaluar dolor, enrojecimiento o defectos epiteliales.
Verificar que el autoinjerto esté adherido (en casos con sutura/pegamento).
Semana 1:
Retirar suturas si se usaron (en injertos conjuntivales).
Controlar inflamación (usar esteroides tópicos si es necesario).
2. Primer Mes (Recuperación Inicial)
Visita a las 2-4 semanas:
Evaluar reepitelización corneal.
Descartar infección o necrosis del injerto.
Iniciar lubricantes si hay ojo seco postquirúrgico.
3. A los 3-6 Meses (Riesgo Máximo de Recidiva)
Visita a los 3 meses:
Buscar vasos sanguíneos anormales (primer signo de recurrencia).
Realizar topografía corneal si hay sospecha de astigmatismo inducido.
Visita a los 6 meses:
Confirmar estabilidad.
Si no hay recidiva, el riesgo posterior es bajo.
4. Seguimiento a Largo Plazo (1 Año +)
Anual:
Revisar exposición a UV y síntomas de ojo seco.
Educar al paciente en prevención (gafas de sol, lubricación).
Enrojecimiento localizado (especialmente en el área original).
Aparición de tejido fibrovascular hacia la córnea.
Sensación de cuerpo extraño recurrente.
Astigmatismo progresivo (en topografía).
Tratamiento médico inicial:
Esteroides tópicos (ej: fluorometolona) para reducir inflamación.
Lubricantes intensivos.
Si hay crecimiento activo hacia la córnea:
Nueva cirugía con autoinjerto + mitomicina C (0.02% por 2 min).
En casos complejos: membrana amniótica + antifibróticos.
Uso obligatorio de gafas de sol UV400 (incluso en días nublados).
Control del ojo seco con lágrimas artificiales.
Evitar ambientes polvorientos o con irritantes.
Seguimiento oftalmológico mínimo a 6 meses.
La cirugía de pterigión es común, pero no todos los casos requieren o pueden ser intervenidos inmediatamente. La decisión depende de factores como el tamaño, síntomas, riesgo de recurrencia y salud ocular del paciente.
Crecimiento hacia la córnea (amenaza el eje visual).
Inflamación crónica (enrojecimiento, dolor).
Astigmatismo inducido (visión borrosa).
Molestias estéticas o irritación constante.
Si no afecta la visión ni causa molestias, puede monitorearse.
La cirugía puede empeorar la sequedad. Primero debe tratarse.
Conjuntivitis, blefaritis o queratitis: Deben resolverse antes de operar.
Queratocono o cicatrices corneales: Mayor riesgo de complicaciones.
Si el paciente no usará gafas UV postoperatorias, el pterigión puede reaparecer.
Antecedente de pterigión recurrente.
Trabajadores al aire libre (pescadores, agricultores).
Escisión simple (sin injerto): 50–80% de recurrencia (no recomendado).
Autoinjerto conjuntival: 5–10% de recurrencia (técnica estándar).
Membrana amniótica: Usada en casos complejos (ej: recidivas múltiples).
El 90% de los pterigiones recurren si solo se cortan sin injerto. ¡La técnica adecuada marca la diferencia!
Lubricantes (lágrimas artificiales).
Antiinflamatorios (esteroides tópicos si hay irritación).
Gafas de sol con filtro UV400 obligatorias.