El uso prolongado de computadoras, tablets y teléfonos móviles se ha convertido en una parte indispensable de la vida diaria. Sin embargo, este hábito está directamente relacionado con el aumento de los síntomas de ojo seco, una condición ocular muy frecuente en la actualidad.
Cuando utilizamos dispositivos electrónicos, el número de parpadeos disminuye hasta un 50% en comparación con las actividades normales. Esto produce:
Menor distribución de la película lagrimal sobre la superficie ocular.
Mayor evaporación de la lágrima, lo que genera inestabilidad.
Acumulación de síntomas como ardor, sensación de arenilla, enrojecimiento y visión borrosa fluctuante.
Con el tiempo, la exposición constante puede provocar un desequilibrio crónico de la superficie ocular, generando inflamación y empeoramiento progresivo del ojo seco.
Cada 20 minutos, mirar un objeto a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos.
Hacer una pausa más completa cada 30 a 40 minutos, apartando la vista de la pantalla y, de ser posible, cerrando los ojos unos segundos.
Aplicar lágrimas artificiales sin conservadores cuando se presenten síntomas de resequedad o irritación.
Al mirar pantallas solemos parpadear menos. Es importante forzar el parpadeo consciente para distribuir mejor la lágrima.
Mantener la pantalla a una distancia de 50-60 cm de los ojos.
Colocar la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos o ligeramente por debajo.
Evitar reflejos y exceso de brillo en la pantalla.
Evitar el uso excesivo de aire acondicionado o calefacción.
Usar humidificadores en ambientes secos.
Muchas veces, sin darnos cuenta, adoptamos hábitos que agravan el problema:
No parpadear al usar pantallas → Se puede mejorar con parpadeo consciente y microdescansos visuales.
Automedicarse con gotas inadecuadas (colirios con vasoconstrictores o conservadores agresivos) → Sustituir por lágrimas artificiales sin conservadores.
Abusar del aire acondicionado o ventiladores directos al rostro → Reubicar la fuente de aire o usar humidificador.
Uso excesivo de lentes de contacto sin descansos → Alternar con gafas y seguir recomendaciones del especialista.
Ignorar los síntomas iniciales (enrojecimiento, visión borrosa, ardor) → Consultar al oftalmólogo para un diagnóstico temprano.
Acercar demasiado la pantalla → Mantener la distancia recomendada de 50-60 cm.
Olvidar la protección ocular en exteriores → Usar gafas con filtro UV para reducir evaporación y proteger de viento/polvo.