La infiltración local de triamcinolona (un corticosteroide de depósito) es una alternativa útil y efectiva en el manejo del chalazión y, en algunos casos, de orzuelos inflamados que no responden adecuadamente al tratamiento convencional.
Aunque no sustituye por completo a la cirugía, puede ayudar a acelerar la resolución, disminuir la inflamación o reducir el tamaño del nódulo.
Sin embargo, es importante comprender que el tratamiento definitivo del chalazión puede ser complejo: incluso con cirugía o infiltración, en ocasiones no se logra retirar completamente el contenido, pueden quedar residuos, o presentarse persistencia o recurrencia.
La técnica consiste en aplicar una pequeña cantidad de triamcinolona intralesional, directamente en el chalazión.
Es un procedimiento:
Ambulatorio
De pocos minutos
Realizable en consultorio
Generalmente bien tolerado
Puede utilizarse en distintos momentos:
Antes de la cirugía, como intento terapéutico para evitar un procedimiento quirúrgico
Después de la cirugía, cuando queda inflamación residual o restos del chalazión
Durante la cirugía, en casos seleccionados para disminuir inflamación postoperatoria
En algunos pacientes, puede ser necesaria más de una infiltración.
Se realiza en el consultorio, sin necesidad de quirófano.
Combate de manera directa la inflamación.
Puede evitar o retrasar una cirugía.
Útil en chalaziones pequeños o medianos.
Alternativa cuando el paciente desea evitar procedimientos invasivos.
La principal limitación es que no siempre elimina el chalazión por completo.
Aunque la inflamación disminuye, pueden persistir:
Nódulos residuales
Restos grasos
Induración local
Incluso con técnica adecuada, no garantiza 100% de resolución, y en ocasiones puede requerirse finalmente cirugía.
En general, la infiltración de triamcinolona es segura; sin embargo, como cualquier procedimiento médico existen riesgos que deben conocerse:
Moretones o hematomas en el párpado
Inflamación local o edema temporal
Disconfort leve posterior al procedimiento
Persistencia parcial del chalazión
Estos efectos son esperados y suelen resolverse en pocos días.
Cambios en la coloración o alteración de la piel del párpado (hipopigmentación o atrofia cutánea)
Isquemia ocular (extremadamente rara, pero documentada)
Aumento transitorio de la presión intraocular en pacientes predispuestos
Estos riesgos, aunque excepcionales, deben tomarse en cuenta al decidir entre infiltración y cirugía.
Chalaziones pequeños o medianos
Inflamación residual después de una cirugía
Restos del chalazión que no justifican una nueva intervención
Imposibilidad o inconveniencia de acudir a quirófano
Pacientes que desean un manejo menos invasivo