La cirugía refractiva ablativa —con técnicas como LASIK, PRK o TransPRK— es uno de los procedimientos más precisos y predecibles de la oftalmología moderna. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos, y la selección adecuada es clave para obtener resultados seguros y estables.
A continuación se explican los criterios fundamentales para determinar si una persona puede someterse a este tipo de cirugía.
Para valorar a un paciente, se necesitan dos estudios primordiales:
Debe estar estable. La cirugía no frena la progresión de la miopía o el astigmatismo; por lo tanto, es indispensable que la graduación se haya mantenido sin cambios significativos por al menos 1 año.
Este estudio nos permite conocer:
La forma de la córnea
Su espesor
Su regularidad
Signos de ectasia o debilidad corneal
La cirugía refractiva moderna está basada en modelos matemáticos y ecuaciones físicas que permiten determinar cuántas dioptrías se pueden tallar del tejido corneal de manera segura.
El espesor corneal se mide en micras.
1 milímetro = 1000 micras
Una córnea humana normal mide alrededor de 540–560 micras, es decir, un poco más de medio milímetro.
Esta medida es crucial porque el láser elimina micras de tejido para corregir la graduación. Mientras más dioptrías se corrigen, más tejido se debe tallar.
Como regla práctica:
≥ 550 micras
≥ 500 micras
< 490 micras
Estos últimos casos requieren una evaluación altamente individualizada: debemos preguntarnos si tallar esa córnea será seguro a largo plazo, no solo en el corto plazo.
Los equipos modernos permiten tratamientos más precisos, pero sigue habiendo límites.
En términos generales, a partir de 8–9 dioptrías de miopía (dependiendo del grosor corneal y del perfil de ablación) se empieza a cuestionar si la cirugía es viable.
Es importante entender que la cirugía funciona como esculpir una pieza de mármol:
La córnea es ese mármol.
La graduación es la parte que se debe “tallar”.
Y nosotros debemos evaluar cuánto “mármol” hay disponible.
Si se talla demasiado, el tejido remanente puede quedar débil, aumentando el riesgo de ectasia corneal.
Mármol Esculpido y Pulido
Si la córnea es muy delgada, la graduación demasiado alta, o la forma corneal es irregular, existen alternativas:
Implantes fáquicos (ICL)
Cambios refractivos del cristalino en pacientes mayores
Técnicas combinadas
Sin embargo, la tendencia mundial —dada la precisión extraordinaria de los láseres modernos— es evaluar primero si el paciente es un buen candidato para cirugía ablativa, ya que es una cirugía:
Altamente predecible
Muy segura
Con recuperación rápida
Con un excelente perfil visual
El objetivo principal no es “hacer la cirugía por hacerla”, sino mejorar la calidad de vida visual del paciente, manteniendo siempre el enfoque en:
Seguridad
Evidencia científica
Estabilidad a largo plazo
Resultados predecibles
Elegir correctamente quién es candidato y quién no es tan importante como la cirugía misma.